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domingo, 19 de mayo de 2013

38ª JORNADA. Tropezón a Preferente

Mérida: Manu, Jhony (Pisky, descanso), Parra, Mansilla, Jorge Caballero, Juanan Vélez, Barrios, Rubén Fuentes, Bruno, Álvaro Nevado (Samuel, 63') y Francis Flores (Francis, 50').

Moralo: César Carrasco, Dani, Asiel, Jonathan, Arellano (Tortu, 61'), Piti, Edu Madrigal, Jorge, Rulo (Vicente, 77'), Pintado (Adri, 66') y Óscar.

Árbitro: Pardo Martínez, de la delegación de Badajoz. Correctísima actuación; sin ningún problema. No amonestó a ningún jugador. Detuvo dos veces el juego; la primera (34') para asistir al guardameta local Manu tras un balonazo en la cara a disparo de Rulo, en manifiesta ocasión de gol para el Moralo; y la segunda (86') cuando aficionados emeritenses lanzaron al campo varias bengalas encendidas después de haberlas mostrado en la grada, con el consiguiente abucheo del resto de espectadores.

Goles: 0-1 Edu Madrigal (3'). 1-1 Pisky (47'). 2-1 Francis (53'). 3-1 Pisky (74'). 4-1 Jorge Caballero (77'). 5-1 Pisky (84').

Incidencias: Alrededor de medio millar de espectadores en las gradas del estadio Romano de Mérida en tarde soleada, aunque con algunas nubes y viento. Presencia de más de medio centenar de aficionados moralos, que viajaron en un autobús coordinado por el club o con vehículos particulares. Césped en perfectas condiciones. Antes de saltar al campo los equipos, se presentaron las categorías inferiores del Mérida UD, que deja esta campaña esa denominación para pasar a ser AD la próxima. Como queda reseñado en el capítulo arbitral, el juego se detuvo durante unos instantes por lanzamientos de bengalas encendidas al rectángulo de juego.

Comentario: Nunca había estado en zona de descenso a lo largo de toda la temporada, y en la última cayó en ella para ser devorado. El Moralo, después de 33 temporadas consecutivas en categoría nacional entre Tercera y Segunda B, cae al pozo de la Regional Preferente. Tristísimo final para el club en su 90 aniversario después de una campaña en la que sufrió demasiado para después no saber manejarse en tierras movedizas. Toca mirar hacia adelante, como institución y equipo, con la cabeza bien alta y pletórico de ilusión y ganas de recuperar la categoría cuanto antes.

En cuanto al partido, aunque parezca presuntuoso, el Moralo no mereció tan dolorosa derrota. Controló el balón y dominó el juego durante la primera mitad, pero sobre todo creó ocasiones claras para haberse marchado ampliamente en el marcador antes del descanso. En la reanudación, todo cambió porque el Mérida se fue arriba, tuvo la fortuna de marcar en sus dos primeros disparos a puerta, y al cuadro de Navalmoral le entraron los nervios y el miedo.

En el primer acercamiento, sobrepasado el primer minuto, ya estuvieron los verdes cerca de marcar tras un centro aéreo que no llegó a blocar el cancerbero Manu. Después, un balón suelto dentro del área tras varios rechaces, lo clavó Edu Madrigal con un chutazo desde la frontal que llegó a tocar un poste. Golazo en el minuto 3 para el 0-1 que abría de par en par la permanencia al Moralo. Lo bueno para él es que le tranquilizó para seguir moviendo el balón con criterio y crear peligro.

Rulo, en dos acciones, pudo cambiar el sino del encuentro... y tristemente del equipo. Primero voleó con fuerza ajustado a un palo pero Manu, con una gran intervención, desvió a córner. Pocos minutos después, el '9' moralo volvió a encontrarse un balón suelto dentro del área, tras intento de Óscar de marcar, que lo empaló con dureza a la cara del cancerbero emeritense. Lástima que fuera así porque el rechace le cayó a Piti dispuesto a remachar pero el árbitro detuvo el juego para auxiliar del golpazo a Manu.

Todo parecía controlado, pero el Mérida despertó y el Moralo se hundió en los primeros minutos del segundo periodo. A Pisky sólo le hicieron falta un par de minutos sobre el campo para marcar el 1-1 tras una dejada hacia atrás de un compañero, en posición dudosa, cuando salía la defensa morala.
Asimilando la situación, otro romano recién incorporado, Francis, enganchó un disparo de medio tijera para establecer el 2-1 con un golazo que definitivamente puso contra las cuerdas a los de Javi Moreno.

A los moralos les entró el miedo y sabían que perdiendo las opciones iban a ser mínimas para lograr la permanencia. Los cálculos sabiendo los resultados de los otros partidos salían en contra y el equipo de Navalmoral no encontró la forma de enlazar jugadas para generar peligro sobre el portal local.

Un cabezazo de Óscar ligeramente desviado por encima del travesaño y un tiro de Tortu que se perdió lejos de la portería, fue lo que pudo hacer el Moralo en la transición de la tranquilidad a la preocupación. La escuadra verde se desmoronó dejando muchos espacios y el Mérida sólo tuvo que aprovecharlos para llegar una y otra vez al área rival.

Piski se plantó delante de César Carrasco en una gran acción individual y subió el 3-1 que ya puso las esperanzas moralas más lejos. Más aún cuando poco después Jorge Caballero hizo lo mismo para anotar el 4-1 ante un contrario a su merced. El 5-1 lo marcó de nuevo Pisky tras encarar otra vez al portero moralo, con celebración en la cara de algún futbolista moralo que evidentemente sobró. A este jugador, con enorme calidad pero a la vez arrogancia, quizás algún día recuerde que todos juegan a lo mismo y todos, más tarde o más temprano, de una manera u otra, pasarán por el amargo sabor del fútbol.

Con el pitido final, el camino hacia el túnel de vestuarios para los jugadores del Moralo fue muy duro. Con lágrimas en los ojos, cariacontecidos y desbordados por la cruel emoción del momento, llegaron al vestuario para allí, en soledad, desahogar la amargura. Nadie de ese vestuario, nunca, ha visto al equipo en una categoría que no sea nacional y ahora, con ellos a la cabeza, cayó a una regional que urge, con los pies en el suelo, paciencia y espíritu, abandonar en el menor tiempo posible. ¡Qué así sea!

Opinión del entrenador del Moralo CP, Javi Moreno: "Ahora el vestuario está completamente roto. Lo hemos tenido cerca pero no hemos acertado. Nos ha matado recibir dos goles casi seguidos en los primeros minutos de la segunda parte, en un partido que creo que teníamos controlado. El equipo ha llegado muy justo a este final de Liga, falto de jugadores, no hemos tenido la fuerza suficiente para resolver y nos ha condenado la falta de gol. Ahora habrá que tener la cabeza fría y ver qué se quiere hacer con el club por parte de todos, directivos y aficionados. Puede ser un buen punto de inflexión para que todos valoren lo que es el Moralo. El equipo les debe una a los aficionados y también al revés, por lo que eso puede ser bueno de cara al futuro".